La mujería desea compartir con sus lectoras y lectores hechos e historias de mujeres que desempeñan y han desempeñado papeles importantes, mujeres contemporáneas o de siglos pasados, artistas, científicas, cocineras, guerreras, etc, queriendo promover, visibilizar y dignificar a la mujer en distintos ámbitos y realidades.

lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Qué quieren las mujeres?

La célebre pregunta hecha por Sigmund Freud que hasta el final de su vida no consiguió responder, es aún muy usada en la cultura popular para ironizar y de cierta manera homogeneizar a las mujeres. Libros, películas y novelas han intentado representar o al menos lanzar hipótesis acerca de lo que queremos las mujeres.
Los medios de comunicación también hacen lo suyo, encuentro muy peculiar que periódicos como El Espectador tengan una sección denominada “mujer” y en ella frecuentemente se encuentren temas como farándula, trucos de belleza o culinaria. Sin el ánimo de extrapolar si estos temas son o no del interés de algunas mujeres, ¿no crees que resulta algo excluyente y limitante?
Tener una sección que se denomine “mujer”, que exista una sección en la tienda de libros que se llame “literatura para mujeres”, tener una sección de juguetes exclusiva para niñas (donde todo es muñecas, cocinitas o cosas de belleza y todo es rosa) es continuar con esa alienación explícita en la que se determina que es ser hombre y que es ser mujer.


Resulta ambiguo esta sección “Mujer” en El Espectador porque, se podría llegar a interpretar que las demás secciones no son para las mujeres  y, que los contenidos de dicha sección no son para los hombres. Ahora, en un intento de respuesta a Freud, voy a exponerte una obviedad: (como si dijera que el agua moja) Es casi imposible determinar qué es lo que quieren las mujeres en su totalidad (esto bien puede explicar por qué Freud no pudo resolver el enigma) ya que, ¡las mujeres no somos una masa compacta y homogénea que piensa y actúa igual!

Si una sección denominada “Mujer” fuera creada especialmente para mí, tendría que tener artículos de política, economía, turismo, misterios, vida extraterrestre, cultura, diseño, deportes, moda, culinaria práctica, salud, etc. La lista sería muy extensa y además, si se creara una lista para cada mujer, la complejidad del data base sería muy alta dado al volumen de la información.
Que quieren las mujeres tiene la misma validez de la pregunta ¿Qué quieren los hombres?, y presumir que todas las mujeres son “locas” por los zapatos es igual de simplista y reducido como decir que todos los hombres son “amantes” del fútbol. (O que todos los colombianos trafican con coca ¬¬)
Y me encanta ese uso de las palabras -muchas veces pasamos por alto el poder de ellas y las usamos sin mucho pensarlo, pero es un poder muy grande que incluso afecta al agua: https://www.youtube.com/watch?v=JcpLU09EjtI- Porque las mujeres  son “locas”, pero los hombres son “amantes”, pero ¡claro! Si desde los albores del conocimiento sicológico se decretó que la mayoría de las mujeres sufrían de una especie de histeria. Me pregunto si alguna vez a estos respetados sicólogos se les pasó por la cabeza que la gran mayoría de las mujeres de la época (que estaban confinadas al hogar y a los hijos) tenían unas insatisfacciones muy agudas, para empezar ni siquiera podían decidir sobre sus cuerpos y la misma sociedad era la que les imponía como era que tenían que comportarse. No crees que si te impusieran los roles y se te limitara a la vida privada (al hogar, sí, pero al cuidado, ya que las decisiones las tomaban los hombres) ¿no sería posible que desarrollaras algún tipo de patología sicológica como depresión o histeria, derivadas de las múltiples insatisfacciones y el fuerte sentimiento de impotencia?   

Es evidente que aún hay muchas frustraciones e impotencias, alteraciones como la bulimia o la anorexia son un ejemplo de ello, claramente, en muchos casos son derivadas del intento latente de la sociedad por imponer cánones y roles a la fuerza. Recientemente fue publicado un libro de la escritora israelí Orna Donath que trata sobre uno de los tabúes más antiguos y polémicos de todos los tiempos: cuando las madres se arrepienten de serlo, y no se refiere al aborto o al arrepentimiento que nace de la frustración de la difícil etapa lactante, sino de casos donde las mujeres tienen hijos mayores, incluso son abuelas, pero sienten que se arrepienten, bien porque sus hijos no son lo que esperaban o bien porque no era lo que querían para ellas mismas. En la mayoría de los casos son mujeres que llevan ese sentimiento a solas, no lo comparten con nadie, y sienten una profunda contradicción y sentimiento de culpa porque afirman que aman a sus hijos y hacen lo mejor que pueden por ellos.

Casos de padres y madres que se arrepienten abiertamente no son ajenos en nuestra sociedad (aunque conozco una mayoría muy superior de padres que se arrepienten frente a madres que se arrepienten), y lo “habitual” es el abandono (o dejarlos en adopción), lo “novedoso” de los testimonios del libro (y dejo “novedoso” entre comillas porque ese sentimiento no es nuevo, sino que hasta ahora se publica) es que estas madres no abandonan a sus hijos, y como lo mencioné antes, los aman y se sienten mal porque consideran que arrepentirse las convierte en malas madres. Pero creo que no son malas madres, simplemente humanas.
La sociedad en su afán de estereotiparlo todo, tiende a deshumanizar a las madres (especialmente a través de la publicidad y los medios) dejándolas como entidades superiores que levitan y que al momento de ser madres dejan de ser mujeres, humanas, con sueños, proyectos, maneras individuales e incluso egoístas, en fin, características humanas. Esto no quiere decir que todos seamos 100% soñadores o egoístas, todos somos diferentes y podemos tener – como en una mezcla química- un poco más de esto o un poco menos de aquello.

Así como nuestra humanidad es heterogénea, de la misma manera somos las mujeres, y ya viene siendo hora que dejemos de encasillar y de una vez por todas entender que no se puede resumirnos.

miércoles, 3 de agosto de 2016

LOS INNOMBRABLES

De seguro recordarás aquel “señor oscuro”, (el que no debe ser nombrado) de la célebre saga de Harry Potter, no es extraño que en nuestra sociedad existan varios elementos que son también innombrables, elementos que muchas veces están asociados a posturas políticas, deportivas e ideológicas. Sucede también muy fuertemente durante la adolescencia: época de pubertad donde estamos descubriendo cosas nuevas. Una de esas palabras es menstruación y algunos de sus sinónimos como “el periodo”, “la regla” y “luna”. Esta censura la sigo viendo en la adultez, en el comportamiento de las personas, en la publicidad y en las redes sociales, el veto a varios aspectos de lo femenino continua, un ejemplo reciente es  la restricción de fotos de madres amamantando a sus hijos en Facebook o las fotos que fueron eliminadas de Instagram por mostrar a una mujer con su pantalón manchado y en otras situaciones cotidianas , como si se tratase de una blasfemia, algo tan común, que casi podría apostar que a todas nos ha pasado por lo menos una vez en nuestras vidas.
http://www.rupikaur.com/period/
Para hablar del tema quiero hacerte una contextualización rápida de lo que ha significado en occidente: La palabra menstruación se ha asociado con raíces similares a las de “mes/month” y “luna/moon”.  En el pasado, culturas ancestrales veían en las fases de la luna la naturaleza de la mujer, una etapa en la que el óvulo crece, madura, muere y el ciclo comienza de nuevo. Son periodos naturales, normales, donde se identifica una ventana de aprendizaje y liberación para dejar atrás miedos, prejuicios y recomenzar con la luna nueva, existe además una etapa donde se incrementa la percepción y reflexión, y explícitamente durante el sangrado, somos más analíticas e intuitivas (lo anterior también tiene explicación científica por los cambios de saturación en la sangre, cambios de temperatura, liberación de hormonas, etc.). En el caso de que el óvulo sea fecundado el útero se prepara para acoger vida reconociéndose así nuestra conexión con la madre tierra, dadora de vida. Sin embargo, toda esa visión-conexión y conocimiento se desdibujó,  y se cubrió con el manto de la visión occidental.

La cultura
Pensaría que la mayoría de nosotras en la adolescencia temprana tuvo una conversación con la mamá donde se nos explicó de alguna manera más o menos profunda lo relacionado con el periodo, incluso en tiempos de la abuela lo llamaban la época de “volverse señorita”. En el colegio, en clases de biología estudiábamos lo básico de sexualidad, órganos reproductores, y muy poco acerca de las más temidas palabras periodo menstrual y sexo. Creo que todas antes de “desarrollarnos” teníamos una idea de lo que esto significaba, posteriormente, fue materializando. No obstante, ese silencio continua su reinado en muchos escenarios. Al crecer vamos perdiendo la “pena” y lo hablamos con amigas y familiares-mujeres, pero son muy pocas las que lo hablan con hombres que no sean su pareja. En el ámbito laboral, aun muchas mujeres ocultan las toallas, tampones, etc. (incluso se le pone nombres absurdos como “galletitas” ¬¬), cuando deben ir al baño a cambiarse, hacen todo lo posible  porque nadie se entere que tienen su periodo. No sé si se trata de vergüenza, no podría afirmarlo, pero si lo veo como un reflejo de nuestra sociedad que muestra la poca apertura de hablar de un tema tan cotidiano, que le pasa a no sé, ¡solamente a la mitad del mundo!, y que irónicamente ha sido tabú por siglos.
Algunos estudios muestran como aun es común que mujeres en el supermercado al momento de comprar toallas o tampones hagan fila para pagar en cajeros donde otras mujeres están atendiendo, en algunos países incluso se envuelven en periódico o doble bolsa para que la gente no se dé cuenta “de los productos femeninos que llevas”.

De la misma manera, en algunos países se considera inapropiado hablar de tema relacionados con la menstruación al frente de hombres como lo relevó un estudio en Estados Unidos (The Tampax Report: Summary of Survey Results on a Study of Attitudes towards Menstruation, 1981). Solo al revisar información para este documento me di cuenta que yo hacía parte de ese grupo, y que nunca había tocado el tema con los hombres de mi familia ahora me pregunto ¿Por qué? Así que remitámonos a algunos antecedentes históricos: Antiguamente las mujeres en nuestra sociedad tenían ciertas restricciones religiosas; (el cambio se dio en 1983) -específicamente hablando de la iglesia católica- no teníamos permitido tocar la sacristía u otros artículos considerados sagrados como la ropa del clérigo. Era necesario cubrirse la cabeza para recibir la comunión y OJO la ostia se recibía directamente en la lengua o con una servilleta o pañuelo, nunca directamente en la mano ¿cómo si fuera a perder su purificación?  Las mujeres no tenían permitido cantar en la iglesia y mucho menos hacer parte del coro, ni siquiera coros mixtos eran permitidos. Hace  poco más de 30 años, en una de las reformas estas  restricciones sustentadas en nuestra impureza de sangre fueron revocadas aunque, claro, aun las mujeres no tienen el aval para la ordenación y la consagración .

En este contexto creo que las cosas para nosotras van cambiando, pero lo más importante es tener una mentalidad clara respecto al tema y eliminar esas ideas de “impureza”, “tabu” o vergüenza que ocurren con frecuencia (¿recuerdas ese mito, vergonzosamente popular en Colombia que dice que las mujeres que están menstruando no deben alzar a un bebé porque le puede dar “pujo”?).

Sin embargo quiero ir más allá e introducir la realidad de otras mujeres y niñas en el mundo, algunas que realmente lidian con grandes limitaciones por cuestiones asociadas a su periodo.  En algunos países de Asia y África la menstruación es vista como algo impuro, incluso las niñas pueden llegar a ser aisladas y encerradas en una habitación donde deben permanecer aproximadamente un mes (el tiempo varía de acuerdo a las creencias culturales). En algunas zonas de la India no pueden cocinar debido a que se cree que pueden contaminar la comida, al igual deben usar cubiertos y platos separados, y no pueden consumir ciertos alimentos. En ciertas tribus de Nepal a la mujer no se le permite dormir con la familia mientras está menstruando. En otros países está prohibido jugar, dormir durante el día, ir al colegio, o participar de actividades religiosas. Incluso algo tan cotidiano como bañarse puede ser problemático porque hay creencias de que quedarían infértiles  (http://www.sswm.info/category/background/background/background/health-and-hygiene-issues/menstrual-hygiene-management, https://www.theguardian.com/global-development/2016/apr/01/nepal-bleeding-shame-menstruating-women-banished-cattle-sheds ).

Esta es la realidad de cientos de mujeres que durante su periodo deben enfrentar muchas limitaciones lo cual genera profundas desigualdades educativas, culturales, y disminuye las oportunidades  laborales  y aumenta la dependencia económica. Vale la pena resaltar que en Europa existieron creencias similares, se pensaba que la mujer no podía participar en la producción del vino ya que si lo tocaba éste se estropearía y acidificaría, al igual sucedería con la mantequilla y otros productos.
Datos de la UNICEF  revelan que en estos lugares, las niñas que están menstruando comúnmente se quedan en casa, y utilizan trapos viejos y algodón para absorber el flujo menstrual. Las más arriesgadas van al colegio en estas condiciones temiendo que algún trapo se caiga o la absorción sea insuficiente… para complicar la situación la falta de agua hade difícil lavar los trapos, y cuando lo logran deben secarlos a escondidas, en algunas ocasiones pueden quedar húmedos y así son usados en el siguiente periodo empeorando las condiciones de higiene. Actualmente existen iniciativas para producir localmente  toallas e interiores reusables como Be girl (liderado por una colombiana) o AFRIpads, programas que inspiraron esta entrada, además de tratar de garantizar la provisión de los elementos que usamos comúnmente y que ya mencionamos. (http://www.refinery29.com/2015/10/96150/menstrual-products-global-access-girls-education)

Productos menstruales

En nuestro mundo occidental tenemos multiplicidad de opciones toallas, protectores y tampones, los primeros han aumentado su absorción y disminuido su tamaño al pasar el tiempo, siendo cada vez más cómodos. Los segundos dan una mayor seguridad y evitan los olores, muy útiles al practicar actividades físicas y en general para “toda ocasión”. No obstante, estudios han mostrado que en su fabricación se utilizan químicos para brindar esa sensación de limpieza generada por el color blanco, pero que son tóxicos en cantidades repetidas lo cual debe ser evaluado con detenimiento al pensar en un órgano tan irrigado como la vagina. Adicionalmente, tanto las toallas como los tampones tienen una alta huella ecológica, tardan cientos de años en descomponerse.

Por otro lado tenemos las menos publicitadas copas, estas al igual que los tampones se insertan en la vagina y son reusables, contienen los fluidos como sangre, coágulos, tejidos, que perdemos durante el periodo. Las primeras veces que se usa la copa nos enfrentarnos a varios paradigmas ¿Cómo ponerla? ¿Cómo vaciarla? Pero nada que la práctica no pueda superar. Tiene limitantes como su costo, cierta dificultad para conseguirla (aunque a través de redes sociales ahora es mucho más accesible), cuidados de limpieza, y principalmente superar la etapa de aprendizaje de uso. Para algunas mujeres puede resultar más fácil y si se toman el tiempo suficiente y comienzan a usarla en casa, es una oportunidad  para conocer mejor nuestros músculos vaginales, características de  color y volumen de nuestro sangrado, e incluso algunas copas indican la cantidad en onzas, información muy útil para mujeres con tendencia a sufrir de anemia.
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Actualmente existen herramientas de educación como la cartilla ilustrada  mestrupedia de la India http://www.menstrupedia.com/comic/spanish , kits para orientar la solución de estos problemas, y una apertura para hablar de una manera más clara de la menstruación en todo el mundo. Al igual, el programa el programa WASH de UNICEF con una aproximación holística busca que las niñas y mujeres cuenten con los elementos necesarios para vivir su periodo con dignidad tales como toallas (reusables o no), copas, infraestructura con agua y con un sitio de desechos y finalmente educación de calidad relacionada con este tema EL PODER HABLAR CON CLARIDAD DE LA MENSTRUACIÓN E INVOLUCRAR A HOMBRES Y MUJERES POR IGUAL ES NECESARIO PARA DISMINUIR LA  BRECHA DE DESIGUALDAD Y CREAR MAS OPORTUNIDADES PARA LAS MUJERES.



miércoles, 13 de julio de 2016

¡Juventud, divino tesoro!

El sol es relativamente igual, pero tú eres más viejo (…), dice una de mis canciones favoritas de una de las mayores bandas de todos los tiempos. Time, tiempo, afecta a grandes y a chicos, es de las pocas cosas que aún son realmente democráticas. La percepción del tiempo es diferente según la etapa de la vida en la que te encuentras, en la niñez no es muy concreta y está estrechamente relacionada con el ciclo escolar (claro está que solo la fracción de población que tiene acceso a esta lo sabe). Posteriormente, durante la adolescencia- la etapa más cataclísmica de la vida- el tiempo es relevante y se anhela que pase deprisa, crecer rápido y poder ser “grande”, ir al bar, tener novio(a), salir del colegio y por fin cambiar de vida, “renacer”,  tomar decisiones por su propia cuenta y sentir un ápice de libertad –aunque esta no sea del todo cierta-

La época posterior a la adolescencia es también muy rica, una etapa de exploración y aprendizaje. El estudiar de manera selectiva y voluntaria resulta más interesante y apasionante. La pasión, está literalmente a flor de piel. Los diecitantos y los veintes, “la juventud”, ese periodo entre la adolescencia y la adultez, que por muchos es definido como un tesoro. “(…) Veinte años que a mi llegaron, se fuero y no volvieron (…)” Para muchos, también es donde se encuentra el cenit de la belleza: piel elástica y suave, músculos firmes y formados, huesos fuertes, y en el mejor de los casos libre de enfermedad y con energía suficiente para disfrutar de los placeres mundanos por tiempo prolongado.



¿Mito o realidad?

Resulta curioso cómo cambia la percepción de las edades en la historia. Hace muchos años,  en la edad media la expectativa de vida era alrededor de 40–50 años, por lo que no había tiempo que perder, tan pronto podías concebir tenías que hacerlo. Posteriormente, ya en las generaciones de nuestras abuelas y de algunas de nuestras madres era normal casarse antes de los 20 y obviamente los hijos no se hacían esperar, casi casi era el motivo para el matrimonio (…), como lo explica la iglesia, es el sacramento para la procreación. Así llegamos a nuestros días y percibimos (con una expectativa de vida entre 70-80 años) que la vida es un poco más larga, sin embargo ¡no hay tiempo que perder! Es una contradicción, tenemos más tiempo pero al mismo tiempo tenemos menos, esto es porque debemos hacer más en menos. No basta con el colegio, ni con la universidad, ni el posgrado, porque ¿y la experiencia?, ¿y el novio?, ¿y el carro? Y ojo que detrás de ti viene un ejército de personas más jóvenes que tú con muchos estudios y un montón de tecnología que promete arrasar con cualquier paradigma que se les interponga en el camino. Así que la carrera es más competida, nuevas aplicaciones y programas abren el espectro de herramientas y de trucos para competir, siendo los más jóvenes los más adeptos a la tecnología, en cuanto a su aprendizaje y rápida incorporación.

¿Y la belleza?

En la sociedad se está presentando una tendencia, y más que una tendencia se está convirtiendo en norma. No solo tienes que tener y ser mil cosas, sino que debes ser joven y bella – o por lo menos aparentar ser joven y bella- Es más, en ocasiones es el atributo más importante que puede tener una mujer ¿No lo crees? Pues bien, tenemos por ejemplo el caso del cine, donde la mayoría de los papeles principales femeninos (protagonistas y coprotagonistas) están destinados a jóvenes bellas en edad reproductiva (¿será que todavía se valora más a la mujer por su belleza y capacidad de ser madre?). Te reto a que pienses en 10 actrices famosas y lista las similitudes que tienen ¿Será que son jóvenes, guapas, blancas, sexys, etc?
Y es que la belleza es un asunto que aún sigue teniendo relativa importancia a la hora de conseguir trabajo y repercute en los salarios de las personas. Un estudio realizado en el 2002 por la Fundación Universidad Autónoma de Colombia (http://www.fuac.edu.co/download/revista_economica/volumen_1n2/2-capitulo.pdf) evidenció que el ser bien parecido afecta el promedio de los ingresos tanto para hombres como para mujeres, fue un estudio con profundos análisis estadísticos y contrastaban literatura de otros países, una de las conclusiones fue que el género no resulta muy relevante para esta discriminación, por lo tanto hombres y mujeres son “castigados” por igual con una disminución del ingreso medio de entre el 5 y el 9%.

Sin embargo, una mujer con una apariencia “por debajo de la media” presentaba una situación que empeoraba el ingreso, y curiosamente estaba relacionada con otro factor social en el cual también la belleza es un aspecto relevante: el matrimonio. Citando textualmente el estudio: “Las mujeres con apariencias por debajo del promedio se casan con hombres cuyos logros educativos son menores en un año al que ellas mismas poseen, incluyendo sus propios logros académicos. La mujer enfrenta un castigo económico adicional por su mala apariencia al casarse con hombres cuyas habilidades sólo les permite ganar un ingreso menor”.

Sin embargo, otro estudio realizado en Israel, publicado  por la Science Research Network (2010)[1], reveló que la belleza física puede ayudar a conseguir un trabajo, pero sólo si se es hombre. Contrario a la tesis popular, que dice que para una mujer atractiva conseguir trabajo resulta más fácil, el estudio concluyó que la belleza supone una reducción de entre un 20% y un 30% en las posibilidades de conseguir una entrevista de trabajo para las mujeres.

 

Esta investigación consistió en el envió de varios currículos de hombres y mujeres clasificados entre “guapos” y “no guapos” pero con estudios y experiencia relativamente homogéneos, donde se enviaban algunos currículos con las fotos de los candidatos y otros se enviaban sin fotos y luego se establecieron estadísticas de porcentaje de aprobación para entrevistas. Fue realizada en Israel debido a que es un país donde poner la foto en el currículo es normalmente facultativo, contrario a lo que sucede en Estados Unidos y varios países europeos. Ocurre más o menos como en Colombia, donde es la persona quien decide, sin embargo, hay empresas y portales de empleo que sugieren que sea evitada. 

 

Intentando descifrar el porqué de los resultados, los investigadores barajaron entonces la idea de que la diferencia podría deberse al gran número de mujeres que trabaja en  el área de recursos humanos de las compañías.  Concluyeron que en el 96% de los casos son mujeres jóvenes (entre 23 y  34 años) y generalmente solteras (en un 67% de los casos). Contrastando estos dos estudios es posible concluir que definitivamente la belleza, que está estrechamente ligada a la juventud, sí afecta el proceso de selección laboral de mujeres y hombres y de sus ingresos.

 

Es curioso que siendo una característica, en teoría abstracta, subjetiva, la belleza es medida y concretamente definida en un patrón tácito social que nos es transmitido de muchas formas. Por un lado, en nuestro círculo social cercano, hablamos de ser auténticas, aceptarnos y querernos como somos, ser “frescas” o “relajadas” con el tema, buscar nuestra esencia y alimentar nuestra autoestima. Pero al salir al mercado laboral, al relacionarse socialmente, en el sentido  práctico, concreto, el lado cuantificable es evidente que una buena apariencia es un requisito, nos estrellamos y frecuentemente vemos como frente a los ojos de la sociedad si es importante.

 

Me pregunto que seguirá, si seguimos como vamos no será suficiente tener 20 años y mil títulos, ser guapa, etc. ¿Será que en breve la mujer va a ser descartada del mercado laboral cada vez más tempranamente? No lo crees, pues bien, hay profesiones donde la mujer necesariamente debe ser más y más joven, ¿viste el promedio de edad de las cantantes hit del momento?, ¿las actrices de cine y novelas?, ¿las modelos? Ahora son adolescentes las que venden ropa y perfumes a mujeres de más de 30 años. Esto sucede normalmente en profesiones mediáticas o comerciales donde la imagen es una parte fundamental del trabajo… Pero ojo, si esta tendencia continua  las niñas pierden su infancia y su fecha de expiración es la adolescencia, el próximo paso es el botox y las cirugías, convirtiéndose los “estándares de bellezas” en un objetivo final de vida equivalente en su mayoría a un lindo paquete vacío por dentro.


http://www.idaleel.tv/page/26/
Así que la salida y la sensatez dependerá de nosotras mismas, creo que lo más importante de “cumplir años”, de envejecer es sentirte llena, es que la vida no puede reducirse a 20 o 25 años, es un absurdo. No debemos tener temor de decir nuestra edad cuando alguien pregunté, no debemos ofendernos con esta pregunta, e incluso deberíamos ser capaces de cambiar de concepción de que esta pregunta es ofensiva y  de mala educación. Cada año que vivimos son nuevas experiencias, personas que conocemos,  lugares que recorremos, y lecciones aprendidas amargas o dulces que nos definen y moldean nuestra identidad. Vive, experimenta, aprende, hay que valorizarse como las acciones en la bolsa, y entonces cuando lleguemos allá y miremos al pasado digamos: “¡VIDA, divino tesoro!”.



[1] http://www.tendencias21.net/La-belleza-no-ayuda-a-las-mujeres-a-conseguir-trabajo_a5178.html

domingo, 8 de mayo de 2016

La madre de muchas madres

Hoy quiero dedicarle este escrito a la madre de muchas madres, una madre que es amada por unos y odiada por otros, una madre que rara vez es perfecta, una madre que nos brinda tierra, agua, fuego y aire. Es la madre que queriéndola o no, nos ha dado mucho de lo que somos y como la mayoría, madre solo hay una (aunque hay excepciones...). La madre es bella aunque tenga hijos espantosos, que le hacen pasar histó(é)ricas vergüenzas. Ella es mi madre, ella es mi Patria.

Hacía tiempo quería rendirle una especie de homenaje a esta patria, que más que un lugar es un concepto, un imaginario abstracto que se materializa en sus personas, su geografía, su cultura y su vida. La recuerdo con cariño cuando pienso en el viento frío que suavemente golpea entre sus montañas, en el calor agobiante de sus valles, en el olor a sal de sus costas, el olor a almidón del sur, el olor a caña de sus carreteras, en su cielo gris y nublado de la ciudad de los 2600, en el dulce sabor del agua de panela, en el trinar de los copetones a la madrugada, en el olor a pan fresco, el sonido de la lluvia, del granizo.
Este sentimiento se extiende a las muchas personas, que aun teniendo - y principalmente -  un origen humilde, hacen de este país un país mejor.


Su confuso himno poco explica su esencia,  tal vez esta frase sea de las más correspondientes a la realidad: ¡En surcos de dolores, el bien germina ya!. Mi patria ha llorado, ha sangrado, ha sido robada, extorsionada, mancillada, violada, torturada, explotada, ultrajada, rebajada… Ha sido escenario de crímenes y ha sido testigo de muchas injusticias  cometidas por sus hijos y le ha tocado aguantarlos, sostenerlos, alimentarlos.
Despreciarla sería fácil, pero no estaría correcto. No es ella la que ha cometido el crimen.
Amo profundamente a Colombia, a pesar de todas sus imperfecciones, la admiro. Un país que a pesar de tantas dificultades, de tantos años de sufrimiento y pesares, también es capaz de producir tantas alegrías, tanto orgullo, tanta esperanza.


Lejos de ser perfecta, la madre de muchas madres es también nuestra madre. ¡Feliz día a ella y a todas sus hijas madres!.

martes, 5 de abril de 2016

¿Porqué tan solita?


Este escrito tristemente nació por la noticia de hace algunas semanas acerca de la muerte de dos argentinas viajeras, que comenzaron su recorrido con un grupo de amigas en Perú y luego dos continuaron hacia Ecuador. Todo esto resulto aún más aturdidor cuando me di cuenta que yo había estado en el  mismo lugar un mes antes que ellas, destino al que iba a ir inicialmente sola pero por buenas coincidencias de la vida terminé allí con una amiga y un amigo. Es impactante conocer las opiniones que este espantoso homicidio genera en las redes sociales. La mayoría hablan de: “dos mujeres viajando solas jodido!”, (entonces ¿estar sin un hombre implica estar solo?)...  ¿culpa de ellas por viajar solas? , “mujeres bonitas no debería estar solas menos en un sitio aislado? (Entonces ¿si hubieran sido feas no hubieran sido asesinadas?) … Adicionalmente,  culpan a los papas por permitir que viajen en estas condiciones, es decir “solas”. Hablan de un sitio aislado, error de nuevo, esa ciudad es uno de los destinos más frecuentados por jóvenes y no es un lugar remoto y desolado y así lo fuera ¿es qué las mujeres no podemos ser exploradoras, montañistas y aventureras?

Lo anterior me transportó a la tendencia de nuestra sociedad a culpar a la mujer como sucede en otras culturas de las que nos consideramos distantes y juzgamos muchas veces con desconocimiento. La mujer, en esas culturas, se considera como culpable por generar pensamientos provocativos en el hombre; por eso debe taparse el rostro, las manos y los tobillos porque son objeto de tentación,  y por lo mismo deben rezar en cuarto separados a los hombres para que ellos no estén distraídos, ¿te suena familiar?. Esto me resulto tan similar al caso de las viajeras!. Todo se reduce a que son mujeres viajando solas “deberían saber que son un blanco fácil” y por lo tanto… ¿qué? ¿quedarse encerradas en casa?¿resignarse a viajar siempre con hombres para estar “seguras”? El único comentario sensato que encontré decía: “mujeres solas ¿no? Y si mejor decimos ¡no más hombres violadores!, siempre echándole la culpa a la mujer como sexo débil(...). Es como querer atacar el síntoma y no la enfermedad. Las mujeres, al igual que los hombres, queremos y estamos en capacidad de conocer nuevos lugares, comida y culturas, el problema no somos nosotras. Todos los esfuerzos se deben dirigir a no fomentar la violencia de mujeres y su asesinato debido a su género lo que  se denomina feminicidio.

Marina Menegazzo y María José Coni. http://www.infobae.com/2016/02/28/1793494-estremecedores-detalles-la-muerte-las-argentinas-ecuador
Debo decir que tengo alma de viajera y cada vez que tengo tiempo, dinero y destino arranco en busca de nuevos horizontes con o sin compañeros de viaje lo cual marca una gran diferencia. El sitio de destino define tipos de comportamiento, y como ya sabrás, no es lo mismo viajar en Colombia, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Lo mismo pasará con África, Asia y Oceanía, lugares de los cuales no puedo hablar ya que no los conozco.
Lo primero: viajar con un grupo abre un abanico de opciones en cuanto a las actividades principalmente las nocturnas. Es más fácil ir a un bar a pedir una cerveza o un trago si estás acompañada ¡pero pilas! Una chica pidiendo alcohol sola da “mucho que pensar” y normalmente “NO busca nada bueno”. Usualmente se relaciona a una mujer exhibicionista en modo “cacería de hombres” por placer o dinero, pensar en tomarse un trago para relajarse o cambiar de ambiente no es lo habitual en estos casos.

En este sentido, recuerdo cuando estaba de viaje en un país latinoamericano –machista- viajando con amigos mujeres y hombres, esa noche tomado y bailando un hombre desconocido borracho sujetó mi brazo y me invitó a bailar. Yo no tenía ningún interés y de por si me resultaba bastante molesto por tal razón di un contundente NO como respuesta. Esta respuesta lo ofendió tanto que empezó a reclamarme y me di cuenta que en su lógica pensamiento machista era como si yo no tuviera libre albedrio y todo dependiera de si él quisiera o no bailar conmigo. Frente a tan incómoda situación recurrí a mis amigos, y el escenario cambia radicalmente cuando hay por lo menos un hombre, “ayuda” si hay  otras mujeres, y si estás sola: ¡ALERTA!

Otra experiencia que tuve fue cuando viví en Estados Unidos. Estando allá hubo un festival de Jazz. En aquella ciudad casi no tenía conocidos, pero una de mis cantantes favoritas se iba a presentar. Había viajado en numerosas ocasiones en ese país sola sin inconveniente, siempre me sentí segura así que decidí ir.  En ese caso use una de mis frecuentes ’estrategias’ pasar desapercibida; cero maquillaje, pelo agarrado (no sueltoJ) jean y tenis, algo parecido a lo de ‘parecer fea’ para ahorrarme disgustos, que equivocada estaba. Busque un lugar poco visible donde pudiera escuchar el concierto sin tener mucho contacto con la multitud. Después de un rato apareció un hombre que fácilmente me doblaba en edad; pelo hasta los hombros, crespo, barrigón, borracho y me dijo How much? Mi respuesta entre aterrada e insegura por lo que estaba pasando fue un What? Please, you do not bother me. Evitó hablar con borrachos, más si son desconocidos, por qué están en mi top de personas peligrosas.
Así que decidí irme a otro sitio con más gente buscando protección en la multitud sin embargo esto no sirvió de nada, aquel desagradable personaje reapareció y me formuló la misma pregunta. En su retorcido pensamiento era un intercambio de sexo por dinero. Le pedí que me dejara en paz pero ya estaba tan intranquila que decidí irme, sin importar que la cantante que iba a ver estaba en el escenario y únicamente había cantado 20 minutos. Debo admitir que este tipo de episodios solo me ocurrió una vez en estados unidos, no obstante en nuestros países latinoamericanos son más comunes. A diario, en los medios de transporte también nos vemos vulneradas con miradas y gestos obscenos, algunas incluso han sido tocadas y han soportado como algunos hombres degenerados se masturban frente de ellas.

Por ejemplo, una de las acciones que evito cuando viajo en un bus es tener contacto visual con cualquier pasajero para no provocar mal entendidos, y en el momento de preguntar por una dirección o ubicación prefiero dirigirme a una mujer, especialmente en la calle. Inicialmente dirigía mi mirada al piso, con el pasar del tiempo me di cuenta que no tenía razón para agachar la cabeza, ahora normalmente buscó un punto fijo en el frente sin ver a nadie. Durante un tiempo vivía aliviada de esta situación montando en bicicleta, mi manera habitual para ir a la oficina. Sin embargo, esto ha cambiado a medida que aumenta el número de ciclistas. No entiendo como usando casco, gafas, un pañuelo tapándome la boca, sudando y colorada ¡aun así! En un par de ocasiones he tenido que ver señales y gestos sexuales hacia mí de otros ciclistas. Todo esto es inaudito.

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Otro ejemplo, al momento de estar sola para protegerme es no sonreír; mantener una facción seria y usar audífonos sin importar si estoy escuchando algo, esto reduce la posibilidad de algún acercamiento. Las personas tienden a hablarle o preguntarle a alguien que se vea fácil de aproximar. En ese sentido, gestos serios, ocupados,  son rechazados y prefieren buscar rostros más amigables y dispuestos. Lo anterior no es sano para nuestra sociedad, pero tampoco es sano que la gente se aproveche de la amabilidad de los y las demás, desafortunadamente he tenido experiencias donde incluso “amigos” confunden la gentileza, generando sus propias historias simplemente por el hecho de ser amable. 
Cuando viajo sola trato de tener un ‘bajo perfil’; no sonreír ni mantener fija la mirada a los hombres para evitar posibles malentendidos y circunstancias que me pongan en riesgo. Igualmente, no voy a tomar alcohol solo a ningún lugar de noche. Lo anterior varía ligeramente cuando estoy en ciertos países europeos en los cuales la voz  de la mujer y el NO, (en ocasiones, y desde mi experiencia), son escuchados. Allí finalmente he  podido sentir lo que es caminar a la media noche sin el habitual miedo e inseguridad, que a diferencia de los hombres, va más allá del robo. En esos países siento como mi palabra tiene poder, no necesito de más centímetros ni músculos para demostrar que yo cuento y decido.
Como te mencioné al inicio, nunca he estado en África pero te puedo contar la historia de una de mis amigas con alma viajera que iba a Marruecos. Ella viajaba sola e iba por barco, le llamó la atención la maleta de otro viajero que tenía un gran rotulo con sus datos personales y usaba letras como Ω, α, β, µ. Los dos son griegos así que resultaron hablando y acompañándose en la búsqueda de hotel. En la recepción pidieron habitaciones separadas, pero la persona que los atendió les indicó que no era recomendable que mi amiga se quedara sola y les sugirió quedarse en la misma habitación y viajar juntos como si fueron esposos. También les sugirió no mencionar frente a nadie que ella estaba viajando sola. De esta manera los dos resultaron siendo compañeros de viaje todo el tiempo que estuvieron de viaje.


Todo lo que te he contado y la desafortunada noticia con la que comencé la entrada, me lleva a pensar y reflexionar lo mucho que aún tenemos que hacer por lograr un cambio. No te diré que no viajes, que no seas bella, y que así estarás a salvo. En este momento las mujeres estamos llegando lejos conquistando nuevos sectores culturales, políticos, científicos, artísticos, económicos, y más. Viajar nos abre la mente, expande nuestro corazón y alma, nos libera!, pero también debemos estar alerta mientras le mostramos tanto a hombres y mujeres que no es culpa nuestra por querer ser exploradoras, que el problema va más allá y se centra en cierta parte de la sociedad y su mala educación. Además, debemos hacerle entender a la humanidad que es un problema de todos que debe ser cortado de raíz.


domingo, 6 de marzo de 2016

La importancia de lo pequeño


Mujer, amiga, madre, hermana. Un 8 de Marzo nuevamente. Ya han pasado 41 años desde que la asamblea general de las naciones unidas reconociera este día como el día internacional de la mujer. Ese día nació como homenaje a todas las mujeres que lucharon incansablemente por sus derechos, por nuestros derechos, por sus deseos de equidad, y pese a que en 1945 fue firmada la carta de las Naciones Unidas para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres, ese ideal de equidad  aun no llega.

Pero ya la historia nos mostró que algunos cambios requieren de mucho tiempo, incluso de generaciones para ser implementados; la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue firmada en Francia en 1789, la reforma social que permitió el voto para los afrodescendientes se dio en 1965 en los Estados Unidos, en 1924 la Liga de las naciones aprobó la declaración de  los derechos del niño, la formalización de vínculo contractual entre parejas del mismo sexo en Colombia es posible desde el 2007 y no fue sino hasta el año pasado que entró en vigencia la ley contra el maltrato animal.
Pero, ¿quiénes tenían el derecho antes de los derechos?, la respuesta está en las mismas líneas de arriba, es decir quienes no necesitaron luchar por sus derechos. Claramente no eran animales, ni homosexuales (o por lo menos no abiertamente…), no eran niños, ni negros ni mujeres; desde luego eran humanos (aunque algunos desconocieran la humanidad en los otros), pero no eran humanos que tuvieran necesidad de luchar por algo, o sea: lo tenían todo, lo que puede traducirse como ricos. Varones blancos adultos, heterosexuales, con riqueza y poder… ¿te suena familiar?

Es como si se tratara de una gran bolsa en cuyo interior estuviesen todos los derechos de todos, y cada tanto, cada tantos años o hasta siglos, estos detentores de la bolsa, se vieran obligados, o se sintieran persuadidos lo suficiente como para liberar un poco de este poder, de los derechos de la bolsa y repartir un poco de su preciado contenido.
----------------------------------------El detentor de la bolsa--------------------------------------------

Alguna vez te has preguntado ¿cómo sería el mundo hoy si todas aquellas valientes mujeres del pasado no hubiesen tenido el coraje ni la resistencia ni la capacidad de persuasión para exigir sus libertades y poco a poco haber conseguido el amparo de las leyes? ¿Cómo sería tu día a día?, ¿cuántos hijos tendrías? Por supuesto no habrías estudiado, no tendrías propiedades ni derechos de propiedad, ni dinero, tus decisiones serían las de tu padre, hermanos o esposo. ¿Qué es la libertad sino la capacidad de decidir las cosas? A estas mujeres y sus constantes luchas, a las que luchan hoy por leyes más justas, a las que divulgan, a ti que creas conciencia en ti, en tu hija/o, en tu hermana/o, en tu amiga/o, les debemos la libertad con la que hoy contamos. Que puede no ser total, ni real en todos los aspectos, pero, querida mujer: estamos en el mejor periodo de la historia para ser mujer.

Ese trabajo que en la mayoría de las veces ha sido banalizado, menospreciado y hasta ridiculizado, y lo sigue siendo. ¿Por qué molestarnos tanto?, ¿por qué luchas?, ¿por qué te expresas?, ¿acaso no es mejor sentarte y quedarte bien portada? El trabajo que hacemos talvez no sea por nosotras mismas, así como talvez no lo fue para las mujeres del pasado. El trabajo de ellas fue para nosotras, para que existieran científicas, ingenieras, artistas, mujeres que no quisieran tener hijos, mujeres libres. La equidad que buscamos seguramente no sea para nosotras, pero talvez si lo sea para nuestras hijas, para esa siguiente generación de mujeres que talvez si puedan salir a la calle sin ser molestadas, que no sean cuestionadas por si van o no a tener hijos cuando buscan trabajo, a que no se les mida por sus dimensiones corporales, que no se les subestime, que no sean violadas, que no sean asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.
Clara Shumann, http://utbviennastudyabroadprogram.blogspot.com.br/2011/05/friday-may-20.html

Mira el poder de las pequeñas cosas: en Viena en el Musikverein, el afamado centro de la música clásica, existen muchas estatuas de hombres compositores en la gran sala, la única representación femenina es el busto de Clara Schumann que se ubica en el hall fuera de la sala. De seguro no existieron mujeres tan buenas como los hombres, dirán los más precipitados. Por supuesto Amy Beach, Sophie-Carmen Eckhardt-Gramatte, Jean Coulthard,  Julia Perry, Cecile Chaminade, Germaine Tailleferre, Lili Boulanger, Dame Ethyl Smyth,(entre otras),  pese a sus excelentes trabajos nunca fueron lo “suficientemente” buenas como sus colegas varones…Pero y ¿quién decidió en su momento que un trabajo era mejor que otro?, ¿qué habría pasado si una de las compositoras que mencioné hubiese sido un hombre?, o ¿si uno de los trabajos de los hombres de la gran sala hubiera sido compuesto por una mujer?, ¿habría sido lo suficientemente bueno? Quien lo decidía eran directores de orquestas, compositores de la corte, incluso reyes, el detentor de la bolsa…

Pero al hablar del poder de las pequeñas cosas quería referirme al hecho de, si un grupo de chicas, o una niña, o una mujer, que le encanta la música y tiene talento, si ella hace una visita al Musikverein y se encuentra con el busto de Clara Schumann quizá pueda sentirse más inspirada, identificada y motivada para emprender su carrera de compositora. No crees que de pronto, si fueran más visibles las mujeres en esta sala, ¿talvez habrían más mujeres que se motivaran a componer? 

Este mismo discurso aplica para las ciencias, que como lo mencionamos en la entrada de mujeres y ciencia (http://la-mujeria.blogspot.com.br/2014/05/mujeres-y-ciencia.html) muchos excelentes e importantes trabajos realizados por mujeres jamás han tenido el reconocimiento global que si han tenido sus pares hombres. Y que tal en las artes, la literatura, el cine, la gastronomía. Dicen que los mejores chefs del mundo son los hombres. ¿Quién dice? ¿El detentor? Si millones prefieren una buena merienda hecha por su madre (…)
En los pasados premios Oscar nuevamente salió el tema de la notable inequidad en la representación de la población no blanca y de mujeres en general. Un estudio de Los Ángeles Time, reveló que cerca del 94% de los votantes (quienes deciden quienes son nominados y quienes ganan los premios), son blancos; 77% son hombres, cerca del 2% son negros y un poco menos del 2% son latinos (Más información :http://www.latimes.com/entertainment/la-inside-the-academy-introduction-20120217-vid-premiumvideo.html). 
Poder identificar quienes hacen parte del comité de la Academia no fue tarea fácil, solamente desde el 2004 son públicos los nombres de las personas que se candidatean para ser parte de él, sin embargo no son públicos los nombres de quienes son finalmente aceptados. Obviamente hay muchos criterios que los candidatos deben cumplir, y hay otro dato, la media de edad es 62 años. Es decir, los que deciden quienes son nominados y quienes ganan los Oscar son en su gran mayoría hombres blancos de 62 años, ¡qué novedad! Un ejemplo más del detentor de la bolsa (¬¬). Quizá esta es la razón por la que hasta 2009 una mujer gana el Oscar como mejor directora de película, Kathryn Bigelow… Un ejemplo para las actuales y futras cinematógrafas, al igual que Margaret Sixel ganadora 2016 del Oscar a edición de película, o Jenny Beavan, ganadora del oscar por diseño de vestuario también en este año.

Tengo un ejemplo en la literatura, para ello quiero que visualices la siguiente frase: “Poseía lo que a cualquier niña devoradora de historietas le habría gustado tener: un padre dueño de una librería”, a las niñas les encanta leer. Al leer esta frase del cuento Felicidad clandestina de Clarice Lispector, me recordé a mí misma devorando libros cuando era niña, es como si te hablaran directamente,¡caramba! Como me gustaba leer, y aún me sigue gustando. Pero no son muchos los referentes que tuve en mi época para sentirme identificada como niña, la mayoría de referencias eran princesas, eso sí, todas muy guapas. Pero esos referentes de la ficción no correspondían con la realidad, ya que en el colegio habían muchas niñas  amantes de la lectura, muy curiosas e incluso desafiantes.
No fue hasta que llegara Hermione para tener un ícono de la niña inteligente, valiente y un poco rebelde que muchas de nosotras llevamos dentro. ¿Será coincidencia que este personaje fuera creado por otra mujer?.
Hermione, http://hellogiggles.com/hermione-granger/2/
Examínate, mira cómo puedes aportar para que esa desigualdad disminuya, para que las cuestiones y las realidades de las mujeres dejen de ser ocultas, incluso en algunos sectores invisibles; los miedos, las inseguridades, los abusos, la inequidad deben ser temas tratados y hablados sin tabú, sólo así lograremos un cambio.

A mis amigas, mis hermanas, mi familia, a todas las niñas, las adolescentes, las muchachas, las adultas, las ancianas. A todas las mujeres inteligentes, valientes y rebeldes del mundo. ¡Feliz día! ¡Que los sueños de libertad sigan eternamente vivos!



http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/por/lispec/felicidad_clandestina.htm

miércoles, 10 de febrero de 2016

¡¡¡TEMPORADA ESCOLAR!!!



 
Para muchos papas, tíos, padrinos, familiares, llegó el momento de las compras escolares, y la búsqueda de uno de los productos más codiciados por niñas y niños: X cuadernos rayados, Y cuadriculados, pero eso es lo menos relevantes, lo más importante acá es el “MOTIVO”. Durante más de 10 años estuve alejada de ese entorno y al volver a entrar en contacto con dicho proceso de selección inevitablemente, capturó toda mi atención, la notoria diferencia entre si es para un niño o una niña… incluso lo difícil de encontrar cuadernos “unisex” excepto por el tradicional “jean book”.

¿Qué observé? Cuadernos de aventura, carros, algunos deportes como fútbol, básquetbol, incluso dragones en la sección de niños, mientras que para niñas todo se centra en corazones, flores y hermosos colores pastel… Algo similar a lo que viví buscando Legos en navidad, una marca que siempre me ha interesado pero… ¿Legos para niñas? Bueno, encontrarán algo similar, motivos de casas y cocinas en lindos colores rosados, verde agua marina, morado… pero si quieren algo diferente por favor diríjanse a la amplia sección de aviones, naves especiales, piratas, etc. Lo mismo que vive con Lego lo viví con los cuadernos, un mercado con marcadas diferencias en el cual las niñas quedan embebidas en cuentos de princesas, castillos y cocinas. Pareciera que los deportes no hicieran parte de su vida, al igual que están excluida de cualquier medio de transporte terrestre o aéreo o situación de acción y riesgo.


Todo esto también me trasportó a mi época de estudiante. Durante el bachillerato, muchos compañeros tenían la colección completa de cuadernos STARS los cuáles tenían una selecta nómina de modelos, actrices y presentadoras del momento en vestido de baño. Cada año cambiaban de acuerdo a la modelo más codiciada, por no decir de temporada.

Obviamente recordé mis cuadernos de “Sailor moon” y la búsqueda constante de guerreras poderosas, creo que el único hombre que una vez tuve en un cuaderno fue a Ken con la Barbie. En ese momento nunca me cuestioné porque solo había línea STARS de modelos mujeres ¿acaso no hay hombres modelos? y el mundo no debería ser igual para todos ¿cómo funciona el mercado? Creo que el punto no es de sí cuadernos con la cara y el cuerpo de hombres se vende, para mi se centra en el usar a las mujeres y su cuerpo como objeto y venta, lo cual es aun peor cuando está dirigido a niños desde 11 años ¿Cómo pensar que el cuerpo de una modelo lo inspira para ir a clase? ¿y cómo explicarle en 5 años que la revista de la modelo, ya sin vestido de baño y pornográfica, no debe ser comprada?¿cuáles son los límites entre una mujer en una portada con hilo dental y estar desnuda?


No se trata de una cuestión de mojigatería pero si de una reflexión de cómo se deben ver (no vender) las mujeres. Sus imágenes provocativas y el estereotipo de belleza que quedó grabado en más de una generación de colombianos en aulas de clases. Lo otro para caer en cuenta es que tan acostumbrados estamos a este mercado que muchas personas nunca lo han pensado o visto como algo negativo. Yo por lo menos tuve que alejarme 10 años del mercado de cuadernos para pensar en el tema y pasaron más de 10 años para que estos cuadernos salieran del mercado.


Afortunadamente, en 2014 una de las empresas más grandes decidió que esta línea de cuadernos no continuaría. Se dieron cuenta que algunos valores pueden ser promocionados en la portada de cuadernos (¿qué querían promocionar antes? Quisiera escucharlo…). Ahora en las portadas se encuentran caras de futbolistas como James, Falcao o cantantes como Maluma, claro está con camisa y pantalón.
Creo que estamos en un momento cambiantes donde la Barbie dejo de tener medidas de 90-50-90 (porque la cintura siempre ha sido ridículamente chiquita), a ser pequeña, acuerpada o más alta y más plana del prototipo, a verse más como una persona normal y no una muñeca de plástico (sin desconocer que esto también hace parte del mercado). Este cambio ha sido señalado como algo tarde, pero creo que es un gran salto y mejor a que nunca se diera.

Sin embargo, este también es un momento donde niñas ya firman como modelos “debido a su belleza angelical y mirada penetrante” como es el caso de la pequeña niña rusa Kristina  que mencionamos en la entrada “La niña más bonita del mundo” (http://la-mujeria.blogspot.com.br/2015/07/la-nina-mas-bonita-del-mundo.html) , que con tan solo 10 años ha cautivado a muchos http://www.msn.com/es-co/estilo-de-vida/moda-y-belleza/conoce-a-la-ni%C3%B1a-que-con-10-a%C3%B1os-ya-tiene-un-contrato-como-modelo/ar-BBpaHsz?li=AAggFp8&ocid=UP97DHP. Este es un momento donde debemos pensar cual es la imagen de las mujeres, como debe ser usada y sobretodo como debe ser transmitida a los y las más pequeñas.