De seguro
recordarás aquel “señor oscuro”, (el que no debe ser nombrado) de la célebre
saga de Harry Potter, no es extraño que en nuestra sociedad existan varios
elementos que son también innombrables, elementos
que muchas veces están asociados a posturas políticas, deportivas e ideológicas.
Sucede también muy fuertemente durante la adolescencia: época de pubertad donde
estamos descubriendo cosas nuevas. Una de esas palabras es menstruación y
algunos de sus sinónimos como “el periodo”, “la regla” y “luna”. Esta censura
la sigo viendo en la adultez, en el comportamiento de las personas, en la publicidad
y en las redes sociales, el veto a varios aspectos de lo femenino continua, un
ejemplo reciente es la restricción de
fotos de madres amamantando a sus hijos en Facebook o las fotos que fueron
eliminadas de Instagram por mostrar a una mujer con su pantalón manchado y en
otras situaciones cotidianas , como si se tratase de una blasfemia, algo tan
común, que casi podría apostar que a todas nos ha pasado por lo menos una vez
en nuestras vidas.
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http://www.rupikaur.com/period/ |
Para hablar
del tema quiero hacerte una contextualización rápida de lo que ha significado
en occidente: La palabra menstruación se ha asociado con raíces similares a las
de “mes/month” y “luna/moon”. En el pasado,
culturas ancestrales veían en las fases de la luna la naturaleza de la mujer,
una etapa en la que el óvulo crece, madura, muere y el ciclo comienza de nuevo.
Son periodos naturales, normales, donde se identifica una ventana de
aprendizaje y liberación para dejar atrás miedos, prejuicios y recomenzar con
la luna nueva, existe además una etapa donde se incrementa la percepción y
reflexión, y explícitamente durante el sangrado, somos más analíticas e
intuitivas (lo anterior también tiene explicación científica por los cambios de
saturación en la sangre, cambios de temperatura, liberación de hormonas, etc.).
En el caso de que el óvulo sea fecundado el útero se prepara para acoger vida
reconociéndose así nuestra conexión con la madre tierra, dadora de vida. Sin
embargo, toda esa visión-conexión y conocimiento se desdibujó, y se cubrió con el manto de la visión occidental.
La
cultura
Pensaría
que la mayoría de nosotras en la adolescencia temprana tuvo una conversación
con la mamá donde se nos explicó de alguna manera más o menos profunda lo
relacionado con el periodo, incluso en tiempos de la abuela lo llamaban la
época de “volverse señorita”. En el colegio, en clases de biología estudiábamos
lo básico de sexualidad, órganos reproductores, y muy poco acerca de las más
temidas palabras periodo menstrual y sexo. Creo que todas antes de
“desarrollarnos” teníamos una idea de lo que esto significaba, posteriormente, fue
materializando. No obstante, ese silencio continua su reinado en muchos
escenarios. Al crecer vamos perdiendo la “pena” y lo hablamos con amigas y
familiares-mujeres, pero son muy pocas las que lo hablan con hombres que no
sean su pareja. En el ámbito laboral, aun muchas mujeres ocultan las toallas,
tampones, etc. (incluso se le pone nombres absurdos como “galletitas” ¬¬),
cuando deben ir al baño a cambiarse, hacen todo lo posible porque nadie se entere que tienen su periodo.
No sé si se trata de vergüenza, no podría afirmarlo, pero si lo veo como un
reflejo de nuestra sociedad que muestra la poca apertura de hablar de un tema tan
cotidiano, que le pasa a no sé, ¡solamente a la mitad del mundo!, y que
irónicamente ha sido tabú por siglos.

De la misma
manera, en algunos países se considera inapropiado hablar de tema relacionados
con la menstruación al frente de hombres como lo relevó un estudio en Estados
Unidos (The Tampax Report: Summary of Survey Results on a Study of Attitudes
towards Menstruation, 1981). Solo al revisar información para este documento me
di cuenta que yo hacía parte de ese grupo, y que nunca había tocado el tema con
los hombres de mi familia ahora me pregunto ¿Por qué? Así que remitámonos a algunos
antecedentes históricos: Antiguamente las mujeres en nuestra sociedad tenían
ciertas restricciones religiosas; (el cambio se dio en 1983) -específicamente
hablando de la iglesia católica- no teníamos permitido tocar la sacristía u
otros artículos considerados sagrados como la ropa del clérigo. Era necesario
cubrirse la cabeza para recibir la comunión y OJO la ostia se recibía
directamente en la lengua o con una servilleta o pañuelo, nunca directamente en
la mano ¿cómo si fuera a perder su purificación? Las mujeres no tenían permitido cantar en la
iglesia y mucho menos hacer parte del coro, ni siquiera coros mixtos eran
permitidos. Hace poco más de 30 años, en
una de las reformas estas restricciones
sustentadas en nuestra impureza de sangre fueron revocadas aunque, claro, aun
las mujeres no tienen el aval para la ordenación y la consagración .
En este
contexto creo que las cosas para nosotras van cambiando, pero lo más importante
es tener una mentalidad clara respecto al tema y eliminar esas ideas de
“impureza”, “tabu” o vergüenza que ocurren con frecuencia (¿recuerdas ese mito,
vergonzosamente popular en Colombia que dice que las mujeres que están
menstruando no deben alzar a un bebé porque le puede dar “pujo”?).
Sin embargo
quiero ir más allá e introducir la realidad de otras mujeres y niñas en el
mundo, algunas que realmente lidian con grandes limitaciones por cuestiones
asociadas a su periodo. En algunos
países de Asia y África la menstruación es vista como algo impuro, incluso las
niñas pueden llegar a ser aisladas y encerradas en una habitación donde deben
permanecer aproximadamente un mes (el tiempo varía de acuerdo a las creencias
culturales). En algunas zonas de la India no pueden cocinar debido a que se
cree que pueden contaminar la comida, al igual deben usar cubiertos y platos
separados, y no pueden consumir ciertos alimentos. En ciertas tribus de Nepal a
la mujer no se le permite dormir con la familia mientras está menstruando. En
otros países está prohibido jugar, dormir durante el día, ir al colegio, o
participar de actividades religiosas. Incluso algo tan cotidiano como bañarse
puede ser problemático porque hay creencias de que quedarían infértiles (http://www.sswm.info/category/background/background/background/health-and-hygiene-issues/menstrual-hygiene-management, https://www.theguardian.com/global-development/2016/apr/01/nepal-bleeding-shame-menstruating-women-banished-cattle-sheds ).
Esta es la
realidad de cientos de mujeres que durante su periodo deben enfrentar muchas
limitaciones lo cual genera profundas desigualdades educativas, culturales, y
disminuye las oportunidades laborales y aumenta la dependencia económica. Vale la
pena resaltar que en Europa existieron creencias similares, se pensaba que la
mujer no podía participar en la producción del vino ya que si lo tocaba éste se
estropearía y acidificaría, al igual sucedería con la mantequilla y otros
productos.
Datos de la
UNICEF revelan que en estos lugares, las
niñas que están menstruando comúnmente se quedan en casa, y utilizan trapos
viejos y algodón para absorber el flujo menstrual. Las más arriesgadas van al
colegio en estas condiciones temiendo que algún trapo se caiga o la absorción
sea insuficiente… para complicar la situación la falta de agua hade difícil
lavar los trapos, y cuando lo logran deben secarlos a escondidas, en algunas
ocasiones pueden quedar húmedos y así son usados en el siguiente periodo
empeorando las condiciones de higiene. Actualmente existen iniciativas para
producir localmente toallas e interiores
reusables como Be girl (liderado por una colombiana) o AFRIpads, programas que
inspiraron esta entrada, además de tratar de garantizar la provisión de los
elementos que usamos comúnmente y que ya mencionamos. (http://www.refinery29.com/2015/10/96150/menstrual-products-global-access-girls-education)
Productos
menstruales
En nuestro
mundo occidental tenemos multiplicidad de opciones toallas, protectores y
tampones, los primeros han aumentado su absorción y disminuido su tamaño al
pasar el tiempo, siendo cada vez más cómodos. Los segundos dan una mayor
seguridad y evitan los olores, muy útiles al practicar actividades físicas y en
general para “toda ocasión”. No obstante, estudios han mostrado que en su
fabricación se utilizan químicos para brindar esa sensación de limpieza
generada por el color blanco, pero que son tóxicos en cantidades repetidas lo
cual debe ser evaluado con detenimiento al pensar en un órgano tan irrigado
como la vagina. Adicionalmente, tanto las toallas como los tampones tienen una
alta huella ecológica, tardan cientos de años en descomponerse.
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Por otro
lado tenemos las menos publicitadas copas, estas al igual que los tampones se
insertan en la vagina y son reusables, contienen los fluidos como sangre,
coágulos, tejidos, que perdemos durante el periodo. Las primeras veces que se
usa la copa nos enfrentarnos a varios paradigmas ¿Cómo ponerla? ¿Cómo vaciarla?
Pero nada que la práctica no pueda superar. Tiene limitantes como su costo, cierta
dificultad para conseguirla (aunque a través de redes sociales ahora es mucho
más accesible), cuidados de limpieza, y principalmente superar la etapa de
aprendizaje de uso. Para algunas mujeres puede resultar más fácil y si se toman
el tiempo suficiente y comienzan a usarla en casa, es una oportunidad para conocer mejor nuestros músculos
vaginales, características de color y
volumen de nuestro sangrado, e incluso algunas copas indican la cantidad en
onzas, información muy útil para mujeres con tendencia a sufrir de anemia.
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Actualmente
existen herramientas de educación como la cartilla ilustrada mestrupedia de la India http://www.menstrupedia.com/comic/spanish , kits para orientar la solución de
estos problemas, y una apertura para hablar de una manera más clara de la
menstruación en todo el mundo. Al igual, el programa el programa WASH de UNICEF
con una aproximación holística busca que las niñas y mujeres cuenten con los
elementos necesarios para vivir su periodo con dignidad tales como toallas
(reusables o no), copas, infraestructura con agua y con un sitio de desechos y
finalmente educación de calidad relacionada con este tema EL PODER HABLAR CON
CLARIDAD DE LA MENSTRUACIÓN E INVOLUCRAR A HOMBRES Y MUJERES POR IGUAL ES
NECESARIO PARA DISMINUIR LA BRECHA DE
DESIGUALDAD Y CREAR MAS OPORTUNIDADES PARA LAS MUJERES.
https://blogs.unicef.org/blog/menstruation-matters-period/,
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/10/141028_salud_menstruacion_india_tabu_mujeres_egn
http://helloflo.com/,
http://www.telegraph.co.uk/women/womens-life/10401952/Periods-A-last-taboo.-Why-the-hell-cant-we-talk-about-them.html
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