Esta idea se ha gestado en mi cabeza, debo
de confesarlo, desde hace ya varios meses. Soy una asidua consumidora de
programas radiales, lo cual también me hace parte del público objetivo de las
cuñas que allí se patrocinan. Oh sorpresa cuando a las 8 en punto sale una aseguradora
X con un par de cuñas con una posición despectiva acerca de las mujeres y la
forma en que conducen, en pocas palabras la propaganda
mostraba a un par de mujeres hablando y riendo de un siniestro con el carro del marido que habían tenido hacía
poco tiempo, en el que una de ellas era la conductora quien había salido
lastimada y claro la intención de la
cuña era promover una promoción para asegurar el carro. La otra cuña es
complementaria; dos hombres hablando, uno de ellos le había prestado el carro a su esposa quién
se había accidentado con un carro rojo coincidencialmente el otro responde
“Jajajaja entonces se accidentó con el carro de mi esposa”. Aquella
situación me llenó de indignación, y más
porque me considero una buena conductora a quien mi padre, un hombre
equilibrado entre hijos e hijas, me enseñó a conducir en mi adolescencia antes
que mi hermano debido a que él es el menor.
Pero volviendo al tema de la aseguradora;
además de la indignación del comercial por su enfoque también me sorprende la
ambigüedad y doble moral: Para las que hayan ido a asegurar su carro saben que
la póliza tiene un menor costo si queda a nombre de una mujer y no de un
hombre: MOMENTO ¿CÓMO? Si señoras Dónde queda el ¿maneja como vieja? O ¿ese
fijo lo parqueó una mujer? O el muy común “mujer al volante = peligro constante”.
Es evidente que en casi todos los países latinoamericanos el número de
licencias de conducción de los hombres es tres o cuatro veces mayor que el de mujeres
además las distancias recorridas suelen ser más largas. Sin embargo, la
tendencia es diferente en Estados Unidos donde por primera vez en 2012 la cifra
de mujeres con licencia fue superior a la de hombres, momento en el cual se
habló de una “mayor seguridad en las vías y un menor impacto ambiental de los
vehículos” ya que las mujeres prefieren carros más pequeños, seguros y más
eficientes en el consumo de combustible[1].
Pero veamos algunas estadísticas, cifras del
departamento de Transporte de Estados Unidos muestra como los hombres son más
propensos a generar accidentes, más graves, que las mujeres e incluso las cifras son significativamente superiores
cuando hay víctimas mortales, por ejemplo el 70 por ciento de accidentes de
vehículos motorizados fueron causados por hombres[2].
Complementariamente, los análisis de
riesgo de las aseguradoras, sí de las mismas aseguradoras, señalan como una de
las principales razones el exceso de
velocidad ¿cómo? En Estados Unidos la administración nacional de tráfico
seguro en autopistas reportó que en accidentes fatales la velocidad era un
factor mayor para hombres (24%) que para mujeres (15%) ya que ellos, por lo
general manejan más rápido y además tienden a realizar movimientos más
arriesgados, no respetar las señales de trastito y en mayor proporción no usan
cinturón de seguridad lo cual los hace más vulnerables cuando ocurre un siniestro.
Adicionalmente, el estudio también señala cómo el número de detenciones por
conducir bajo los efectos del alcohol -otra de las causas de accidentalidad en vehículos automotores- es
casi tres veces mayor para hombres que para mujeres[3].
En Latinoamérica, aunque las estadísticas
varían un poco algunas tendencias se mantienen, por ejemplo, en nuestras calles
y carreteras aún existen más conductores hombres que mujeres y el número y tipo
de accidentes varía entre género. Estudios del Observatorio Vial
Latinoamericano OVILAM, explica que el
tipo de accidentes en que se ven involucrados las mujeres están más asociados a
intersecciones, golpes laterales y aunque son más frecuentes son menos graves
que los accidentes donde los hombres son los conductores. En palabras textuales
del estudio: "esto se debe a que ellas son más respetuosas de las normas
de tránsito, de los límites de velocidad, del cuidado de sus hijos en el rol de
pasajeros y por sobre todas las cosas menos agresivas en el tránsito. Esto se
demuestra con cifras ya que del total de siniestros graves, ponderando
previamente la cantidad de conductores de ambos sexos, las mujeres sólo
participan en un 20% del total en su rol de conductoras de vehículos. Por otra
parte el uso obligatorio del cinturón de seguridad es más respetado por la mujer
que por el hombre"[4].
![]() |
http://www.nohomers.net/showthread.php?97702-NHC-Weekly-Episode-Club-v3-0/page17 |
Otra mirada Latinoamericana esta vez desde
la Comisión Nacional de Tránsito (CONASET) chilena se mostró como en la década
del 2000 al 2010, 1.142.201 personas se vieron involucradas en accidentes de
tránsito de los cuáles 850.524 fueron hombres y 291.677 mujeres. Estas cifras
no cambian significativamente teniendo en cuenta el número de conductores
hombres y mujeres. Además se resalta la manera prejuiciosas y la
estigmatización de la manera de conducir de las mujeres y la falta de
fundamentos para lo mismo. Se habla de cómo las mujeres son más precavidas y
conscientes del riesgo, y el cuidado y la responsabilidad intrínseca de
conducir un vehículo[5].
Obviamente como cualquier tema, se pueden
encontrar referencias contradictorias, una de éstas habla de manera peyorativa
e imprecisa, comenzando por su título “Study
says women are worse drivers, get in more car crashes despite driving less than
men” (acerca de cómo las mujeres son
“peores conductoras”)[6],
o encabezados como “It's official! Women
drivers ARE more dangerous behind the wheel, scientists discover” -las
mujeres son más peligrosas tras el volante- o comentarios como “¿verdad? O
¿estereótipo? Mujeres son más propensas a sufrir accidentes”[7].
Pero al final las cifras no son contundentes. Se habla de que los valores
fueron más altos “de lo esperado por los autores” es así como el 20.5% de los
accidentes los protagonizaron dos mujeres conductoras, 31.9% dos hombres conductores
y el 47.6% un hombre conductor y una mujer conductora. Los valores esperados
respectivamente eran 15.8%, 36.2% y 48% pero nunca se explica cómo se
calcularon los estimados ni mucho menos se resalta el hecho de que los valores
de un accidente entre dos hombres sigue siendo mayor.
Dejando atrás las aseguradoras y las
estadísticas quisiera también brindar una mirada más personal. Es cierto que
los hombres por naturaleza son más altos lo cual les daría cierta ventaja al
momento de manejar, percibir y usar el espacio, pero también hay hombres
conductores de estatura baja, luego creo que esto no es un factor determinante.
Sin embargo, creo que si lo es la edad de aprendizaje, como es bien sabido, las
personas jóvenes aprenden más rápido ya que sus sentidos se están agudizando y
educando además ganan seguridad en menos tiempo y acumulan más experiencia. En
mi casa, como ya lo mencioné, aprendí muy joven porque papá me enseñó, pero mi
mamá y mis tías aprendieron cuando tenían en promedio más de 30 porque solo el
hijo de la casa podía manejar (…) Lo cierto es que esta tendencia aún se
observa en varias familias donde las jóvenes son segregadas y solo los padres
enseñan a conducir a sus hijos y no a sus hijas. Lo he visto con mis compañeras
las cuáles han aprendido a manejar cuando compran su primer carro al contrario
de sus hermanos que aprendieron en la adolescencia. Este tipo de tendencias
cada vez es menor, pero el llamado es a
que no haya tal diferencia entre hijos e hijas al momento de enseñarles a
conducir.
En conclusión, nuestro mensaje propende
mejores conductoras, mujeres más seguras en vías más seguras. Lenguajes no
agresivos y peyorativos porque estamos al frente del volante; y un cambio de
lenguaje en una sociedad que es inconsciente del poder de las palabras, niños y
niñas escuchando “vieja bruta”, fijo la que está manejando es una mujer (...)
Es necesario un cambio de mentalidad para que esas maneras de hablar y de
expresarse queden sepultadas en nuestro presente y no se repitan en el futuro.
Evitando crear imaginativos equívocos en la juventud solo por comentarios o
publicidad de segregación de género.
Finalmente quiero cerrar con un tip para a
aquellas conductoras cuando deban realizar el cambio de llantas: Al momento de
cambiar de llanta debemos conocer las características de la misma ya que estás
varían entre modelos y tipos de carro, pero ¿dónde encontrar está información?
En realidad es más fácil de lo que imaginamos y está a la mano de cualquier
conductora de cualquier vehículo, simplemente tenemos que mirar o mejor dicho
leer la llanta de nuestro vehículo.
En la foto podemos ver: 185/60 R14 82
H
185: Ancho de banda de la rodadura de
la llanta en milímetros.
60: porcentaje del ancho
de la banda de rodadura por el alto de la altura de costado de la llanta.
Para este caso, la altura de la llanta sería el 60% de 185 mm. en total.
La altura es de 111 mm aproximadamente .Mientras más baja sea la
relación, será menor la altura del costado, lo que se traduce en un mejor
desempeño de la llanta en el curveo, pero un manejo menos suave (1).
R: Tipo de llanta R es de tipo radial
y D es de tipo diagonal o convencional.
14: Diametro del rin en
pulgadas.
82: Es el índice de carga que
soporta cada llanta, el código 82 es equivalnte a 47 kilogramos (los
valores se encuentran en la tabla "índice decarga" disponible en
varias páginas de internet)
H: Código de velocidad:
Velocidad máxima que soportan las llantas de un vehículo por una hora
continua ( en kilómetros por hora). En nuestro ejemplo corresponde a 130
MPH, 210km/h
En nuestro ejemplo no se muestra
pero, antes del "Ancho de banda" se puede encontrar una letra que
índica el tipo de vehículo al que la llanta corresponde. De tal manera podemos
encontrat en algunos casos las letras: P: significa passanger o pasajero.
Quiere decir que esa llanta sirve para carros particulares. Para camionetas
carga se utilizan las letras LT. ST se refiere a Traileres especiales y T a uso
temporal usualmente en llantas de repuesto pequeñas (2)
Los datos fundamentales que nos van a
preguntar en la "serviteca" son "185/60 R14"
cuando hacen una historia bastante larga le pierdo interes, me aburrio
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