La mujería desea compartir con sus lectoras y lectores hechos e historias de mujeres que desempeñan y han desempeñado papeles importantes, mujeres contemporáneas o de siglos pasados, artistas, científicas, cocineras, guerreras, etc, queriendo promover, visibilizar y dignificar a la mujer en distintos ámbitos y realidades.

domingo, 15 de marzo de 2015

Prospectiva de la Mujer en el Mundo ...

Más que expresar el conocido "feliz día" el Día Internacional de la Mujer debe ser una oportunidad de reconocimiento real a todas las Mujeres del Mundo quienes aportan en la construcción de Sociedad, Valores, Familia y Futuro independientemente de qué tan valorada sea su labor. Teniendo en cuenta lo anterior y guardando las proporciones, el Día Internacional de la Mujer podría estar entre las fechas de mayor recordación y valor para la población mundial aún con todas las facetas de discriminación e inequidad de género existentes.

La población humana actual agobiada por la incertidumbre hacia el futuro necesita de Hombres y Mujeres por igual en el planteamiento y búsqueda de soluciones que amenazan la sostenibilidad de la vida en la Tierra desde muchos puntos de vista; Ambiental, laboral, económico, social entre otros. Esas amenazas no distinguen géneros en absoluto, y si no hay distinción de géneros, tampoco caben términos como "sexo débil" los cuales no hacen otra cosa que subestimar y encasillar a las Mujeres en la frivolidad y banalidad.


Quiero profundizar en un caso que desde ya afecta a Hombres y Mujeres por igual y que en el corto y mediano plazo promete ser un tema bastante sensible: La Automatización Laboral.

Esta innovación tecnológica aplicada a los aspectos laborales de la vida, desarrollada por Hombres mayoritariamente, busca maximizar la productividad y la competitividad de las empresas siguiendo aquel principio de "hacer más con menos" bajo ese fundamento empresarial y tecnicista que puede importar lo que suceda con la fuerza laboral humana si lo que buscamos es mayor rentabilidad? La automatización laboral será tan fría e impersonal como los software, robots y aplicativos mismos diseñados por el Hombre, (No es una exageración este apelativo) así tengan cara y facciones femeninas! Resultado? Hombres y Mujeres por igual desplazados por software, aplicativos y posteriormente "robots humanizados" que imiten la conducta y características humanas! Caben aquí la discriminación e inequidad salarial, de contratación, jerarquías y funciones dentro del mundo corporativo? No! Los únicos vencidos serán los seres humanos! Plan B? Seres humanos distinguidos entre Hombres y Mujeres tendrán que unificar esfuerzos para ponerle límites a la Automatización!

No se trata de suprimir adelantos tecnológicos, ese no es el punto, se trata de no ser suprimidos y desechados por los adelantos tecnológicos!                            

http://www.japantimes.co.jp/opinion/2014/08/02/cartoons/womenomics-shine/#.VQQiY_nF-Sp
Resulta igualmente interesante el fenómeno aquel conocido como "Womenomics" el cual va más allá del estereotipado consumo femenino dirigido a la ropa y a la cosmética. Womenomics no es otra cuestión distinta que todo un proceso "evolutivo" y de gestación cultural a favor de las Mujeres a partir del momento en que Ellas tuvieron acceso a la educación superior demostrando igual o en algunos superior rendimiento al de sus colegas hombres, acto seguido, un mundo sometido a constantes turbulencias socio económicas obligó a la Mujeres a meterse de lleno al mercado laboral no para desplazar o hacerle competencia al hombre (como podrían pensar algunos) sino para darle la mano a éste! El resultado son poco más de 3 décadas de logros para la Mujer las cuales la posicionarán en ámbitos importantes de la cotidianidad humana. ¿Conclusión? El mundo de hoy colapsaría sin el inmenso aporte del Womenomics!!! Tan sencillo como eso!  No voy a desconocer ni subestimar los persistentes casos de inequidad, discriminación, violencia de género, feminicidio y agresión contra las Mujeres, condenables desde todo punto de vista! Es más que viable y posible que la supresión de los abusos se den gradualmente, ingenuo pretender que sean inmediatos o por un marco legal. Las generaciones jóvenes actuales entienden mejor que nadie la necesidad de que Hombres y Mujeres se complementen, así como las diferencias entre unos y otros que en el fondo actúan como enlace indivisible!   


Ante tales tendencias solo me quedan una serie de cuestionamientos para Hombres y Mujeres ... 

1.-   Si las Mujeres son mayoría demográfica, si Ellas piensan, sienten, analizan y reflexionan distinto al Hombre; Cómo sería un Mundo liderado por Mujeres?

 2.-   Volviendo al argumento de la "mayoría demográfica" en una sociedad donde las "mayorías se imponen" (en el papel); Qué le falta a las Mujeres para hacer sentir su mayoría numérica?

 3.-   Ante temas controversiales como el Aborto entre otros, serán las Mujeres capaces de imponer su decisión final a favor o en contra en algo que padecen en su organismo?                                                      
  
4.-    Qué proponen las Asociaciones Feministas en términos de liderazgo y planteamiento de soluciones a los problemas que aquejan al mundo desde distintos campos?
  
5.-     Muchas Mujeres entre los 25 y 35 años han tomado la decisión de no tener hijos, (con argumentos muy serios y válidos); Se convertirá esto en una tendencia mayoritaria? 

6. Cuál es el panorama y proyección de las Mujeres en aquellos países de represión brutal contra Ellas tales como los países musulmanes ???


 Finalmente para todos los Hombres, por un minuto pensemos en todas aquellas Mujeres que nos han ayudado en cualquier situación durante nuestras vidas, Se nos vienen a la cabeza compañeras de colegio, universidad, distintos trabajos, novias, esposas, hermanas, parientes en general, amigas y otras Mujeres con las que nos cruzamos al azar en la vida! Muchas, ¿verdad? Más que decirles el repetitivo "feliz día de la Mujer" tengamos sentimientos de Gratitud hacia Ellas y expresémoslo de alguna forma !!!! 


                        Mis Reconocimientos para todas las Mujeres !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


lunes, 9 de marzo de 2015

¡SOY UN HOMBRE FEMINISTA!………. Y hasta hace poco me enteré!

La presente nota no es más que una recopilación de una simple historia de vida con muchas sencillas ventajas en varios contextos para un hombre que fue criado en un hogar con equidad de género; experiencias sencillas de un hombre de 29 años en un país que no siempre cría a su sociedad bajo esta perspectiva. Esta recopilación sólo toca algunas de todas las ventajas que la equidad de género trae a la sociedad, pero tal vez compartir ayude a muchos a visualizar que el machismo nos perjudica mentalmente a hombres y mujeres por igual.

Mi abuela paterna decía que los hombres no debíamos meternos en la cocina, que no podemos ni sabemos cocinar, ese es trabajo de mujeres, lo mismo aplicaba para oficios varios tales como lavar ropa, planchar, coser, barrer etc. Además creía fervientemente que las mujeres debían atender a los hombres, casi que por imposición divina (no sé si como regalo o castigo de Dios); adicionalmente siempre pensó que de ser posible, era mejor no realizar trabajos “hogareños” de ninguna índole, si eres mujer un buen marido debe pagar por los servicios domésticos, si eres hombre puedes pagar para que mantengan la casa y en últimas, tu mujer lo debe hacer.

Afortunadamente mi mamá siempre ha pensado diferente, y nunca le preocupó que como hombre hiciera “tarea de mujeres”, ni que mi hermana aprendiera “tareas de hombres”; en el fondo le preocupaba bastante que cualquiera de los dos fuéramos inútiles dependientes en cualquier situación de la vida diaria del hogar, ya lo repetía antes de enseñarnos a ambos cualquier tarea doméstica: “Ustedes no se deben varar por nada ni nadie, ni mucho menos depender de su mujer o de su marido para cualquier cosa, además así tengan dinero para pagarle a alguien que les haga las cosas ustedes deben saber cómo hacerlas para enseñarle a la persona que les ayuda”. En resumidas cuentas nos enseñó que las mujeres y los hombres podemos hacer lo mismo y que hacerlo no nos daba más o menos estatus como hombres o mujeres, simplemente nos daba independencia.  

Cuando tenía entre 12-16 años, era un adolescente que sabía realizar actividades domésticas “femeninas” tales como barrer, trapear, lavar, colocar botones de camisas, hacer dobladillos, planchar, pero sobre todo disfrutaba mucho cocinar, lo disfrutaba tanto que tome mucho amor por la cocina y los libros de cocina que tenía la biblioteca familiar, volviéndome un autodidacta cocinando platos diferentes (Modestia aparte siempre he cocinado mejor que mi hermana y que muchas otras mujeres). Sin embargo también en esa edad aprendí de mi MADRE  las primeras lecciones de conducción de carro y labores “masculinas” tales como ir al mecánico y verificar que el mecánico no nos “tumbara”, manejar taladro y colocar tornillos en la pared, cambiar tubos y/o bombillos, cosas básicas de plomería etc.  Lastimosamente mi mamá fue criada en un hogar “tradicional” y no sabía hacer muchas de estas cosas, pero siempre ella y yo aprendíamos de los plomeros, electricistas, mecánicos etc. que ella contrataba y pagaba extra por hacer los arreglos y enseñarnos.    

Mi padre sin saberlo tenía mucho de aquel inútil dependiente criado por un mujer machista, por lo tanto no podía aportar mucho a las labores domésticas (ni masculinas, ni femeninas), su aporte era más económico; se le abona su contribución pues era lo único que podía dar. Sin embargo debido a que yo era un adolescente tímido, del grupo de “nerds” de la clase, con tendencia a la obesidad  al cual nunca le atraían las aglomeraciones, ni eventos o actividades deportivas donde alguien irrumpiera mi proxemia, con mi padre nunca compartí el espacio que a él más le gusta y que inútilmente siempre quiso que compartiéramos: El Fútbol.

Aunque mi hermana no jugó fútbol, con ella tuvo su mejor hija y amiga para ir a los partidos cada domingo a apoyar a su equipo del alma. Mi pobre hermana siempre recibió las críticas de mi abuela por visitar espacios donde iban los hombres y según ella, no debían ir las mujeres “decentes”, pero mi papá  la defendía porque decía que gritaba más que mis primos y como él decía: “Un hincha es un hincha”. - ahora me pregunto:¿Por qué nunca dijo? “UNA hincha es UNA hincha”-. Creo que tal vez la participación de las mujeres en las barras bravas nos ayude con el problema social de la violencia en los estadios, como ya se ha hecho en otros ámbitos incluyendo la ciencia donde la diversidad de puntos de vista ayuda a resolver problemas o ver las cosas con otra perspectiva. (http://www.seaaroundus.org/researcher/dpauly/PDF/1989/OtherItems/OnTheSexOfFishAndTheGenderOfScientists.pdf).

Además de ir a eventos deportivos con mi padre, en casa de la abuela mi hermana, única nieta de la familia por mucho tiempo, siempre recibió duras críticas, porque lo mejor que podía cocinar eran huevos cocidos, porque no le gustaba coser, y lo peor era que ella nunca tomaba la iniciativa de atender a su papá, tío,  hermano, ni a mis tres primos (Nótese que no importaba atendiera mis tías), pero como ella no estaba acostumbrada a esa “labor divina asignada” y sí a un ámbito de igualdad decía : “Abuelita: yo no tengo por qué servirle la comida a nadie, los hombres con los que vivimos son grandes, no son brutos, ni cojos, ni mancos, mi papá y mi hermano lo hacen en la casa sin problema, mis primos pueden aprender”, con el paso del tiempo a mis primos le tocó resignarse y aprender que existen mujeres sin la “labor divina asignada” y más cerca de lo imaginado, pero lastimosamente muchas de mis tías y mi abuela no aprendieron a quitarse de encima la “labor divina” con sus esposos e hijos.     

Las visitas a casa de la abuela para mí no fueron tan traumáticas, siendo honesto al principio disfrutaba de los servicios de la “labor divina” durante los primeros días, ya después me sabía a cacho tanto servilismo (me sentía un tanto inútil) y decidía entrar a la cocina para ayudar de vez en cuando a mis tías preparando la cena, muy a pesar de mi abuela que se resignaba solo porque al público familiar le gustaba más lo que cocinaba yo que lo que cocinaban las mujeres de la casa. Tuve mejor suerte que mi hermana pues nunca recibí tantas críticas por mi comportamiento “anormal”, otra cosa que sí recuerdo era como mis primos se referían de manera un tanto déspota de las niñas y las mujeres con comentarios como “usted no es capaz de hacer eso, usted es una nena“Ese carro maneja muy mal debe ser que lo conduce un vieja”, también recuerdo como mi tío nos “corregía” los errores a mis primos y a mí, diciendo que NO hiciéramos las cosas como una nenita, ni siquiera decía “hágalo como un varón”, lo importante era no hacerlo como una nenita.

En otras palabras para parte de mi familia (y desafortunadamente de la sociedad) no ser capaz de algo era sinónimo de recordar “las  debilidades” asociada al género femenino, y además no ser capaz de hacer algo acaba con la masculinidad ipso facto.  Afortunadamente para mí y gracias a la filosofía “anormal” de mi mamá esos comentarios no me hicieron sentir mal y aun no entiendo cómo es eso de hacer las cosas como una nenita, si soy un hombre y eso no se cambia por hacer las cosas de X o Y manera.

Sin embargo el machismo no solo se veía en el hogar de la abuela paterna, en aquel colegio presbiteriano de un pueblo de tierra caliente un tanto conservador y machista, hace algunos años, durante mi adolescencia, tuve compañeros criados por abuelas y madres que no concordaban con la filosofía de mi mamá y les extrañaba que me hubiesen enseñado dichas tareas de “mujercitas”, algunos de mis amigos y/o profesores incluso me lo hacían saber en tono burlón. De todas maneras a mí no me molestaba y eso no hizo que dejara de hacer las actividades “femeninas”, afortunadamente mi madre ya me había preparado para esos prejuicios. A los 17 entré a la Universidad y tuve que cambiarme de ciudad, viví en Bogotá con una de mis tías paternas, por primera vez pude vivir de las ventajas de saber hacer muchas actividades hogareñas ya que no dependía de nadie en mi día a día en el hogar, inclusive mi tía agradecía que colaborará con las labores domésticas.  Sin embargo, muchos de mis amigos que se burlaban en el colegio les tocó tragarse sus burlas y llamarme para que les enseñara algo de las labores “femeninas”, especialmente de cocina básica, porque estaban cansados de pedir arroz chino a domicilio o comer comida descongelada por microondas, también les expliqué cómo usar la lavadora, como planchar etc. al final creo que lo habrían podido hacer solos o siguiendo instrucciones, pero en el fondo necesitaban apoyo moral de otro hombre para mostrar que hacer tareas “femeninas” no era perjudicial para la salud como aquella filosofía que el pueblo mojigato - digo “conservador”- nos había enseñado.

Cuando cumplí 25 por razones laborales volví a vivir en un pueblo conservador y machista, allí tuve mi primera relación seria, y con mi novia empezamos a compartir espacios y funciones. Ella venía de un hogar con una tradición machista, aún recuerdo que creía que al vivir juntos, ella debía hacer aquellas “tareas divinas” asignadas por naturaleza, como cocinar, lavar, organizar, etc. Sin embargo a la primera semana comprendió que su destino, al contrario de lo que pensaba, no era más hacer las “labores divinas” asignadas. Se lo tomó tan en serio que una día se levantó diciendo “hoy quiero de almuerzo costillas de cerdo en salsa BBQ con frijoles, arroz y ensalada” -pensé para mí: Como han cambiado los tiempos, mi abuela se hubiera rasgado las vestiduras-. Y no es que ella no haga nada, de hecho los dos nos colaboramos y nos dividimos las actividades, ella hace uno de los oficios que más detesto lavar los platos y las ollas, yo sigo cocinando porque según ella yo lo hago mejor :P.  

Esa equidad ha sido un aprendizaje mutuo, ya que yo también he aprendido a ser menos machista sin proponérmelo; como por ejemplo a dejar de pensar que los hombres siempre debemos pagar y/o invitar a la mujer; aprendí a dejarme invitar por mi novia o una mujer sin que mi masculinidad se vea afectada, a pesar que la costumbre en muchas partes de mi país es que el hombre siempre es el que paga la cuenta y el que decide a que restaurante se va, pero al final de cuentas, las relaciones funcionan mejor cuando ninguna de las partes siente que tiene más poder que la otra, en ningún sentido, ni en ningún espacio.

Concluyendo esta historia, creo que sería bueno recordarle a las mujeres y a los hombres machistas de mi familia, al colegio conservador, al pueblo de tierra caliente mojigato, y ojala a toda la sociedad Colombiana, que ningún hombre o mujer en crecimiento debe sentir que “hacer las cosas y  actividades como nenita/macho”  debe ser referente para educar a alguien, y por supuesto ni siquiera pensar que eso te hace mejor o peor persona.

Ninguna mente debe asociar que algo es 100% masculino, ni 100% femenino, y ninguna actividad, deporte, credo es peor/mejor o inapropiado para la feminidad o masculinidad de ningún ser humano, Si mejoramos esto como personas dejaremos atrás muchos prejuicios que hacen daño en mayor o menor escala.  Existen muchos ejemplos en nuestra sociedad, sin embargo cito uno donde se lograron grandes cosas, donde 2 “nenitas” han sido las únicas medallas de oro olímpicas para nuestro país en deportes muy “masculinos” Halterofilia y BMX; Maria Isabel Urrutia y Mariana Pajon.

Pensando que nadie está por encima de nadie por ninguna condición y que ni lo femenino tiene que ser más débil ni lo masculino tiene que ser más burdo, tal vez nos ayude a construir una mejor sociedad y un país un poco más democrático.

Les dejo una nota de las desventajas de ser machistas en la sociedad española.

Y un video de una de mis columnistas preferidas Florence Thomas,

El amigo de la científica.





lunes, 2 de marzo de 2015

Más allá de las flores:

 La Unión es la Fuerza!!


Y nuevamente estamos en Marzo, el denominado Mes de la Mujer, por supuesto ya habremos escuchado del origen del día internacional de la Mujer que surge como intento de reivindicación de la igualdad de género y el movimiento obrero  luego de algunos encuentros internacionales y luchas incansables de mujeres organizadas, pero que engrosó su eco tras el trágico incendio ocurrido en Nueva York en la fábrica de tejidos Cotton Textile Factory, que tomó la vida de 146 obreras, en su mayoría  mujeres muy jóvenes que luchaban por los derechos laborales de la mujer. En un libro del “Centro de Memoria Sindical” de Brasil[1], publicado en 1993, se relatan varias historias de los acontecimientos sucedidos a lo largo del siglo XX, principalmente, que desembocaron con el día Internacional de La Mujer, nos relata cuáles eran las condiciones de trabajo de las mujeres a finales del S. XIX, donde datan los inicios de aquellas organizaciones y movimientos femeninos obreros: En la fábrica Tydesley en Inglaterra, las mujeres trabajaban 14 horas diarias, en temperaturas de 29ºC, en una espacio húmedo, puertas y ventanas cerradas y un letrero muy grande que prohibía: “Ir a beber agua para no perder tiempo, pagará multa quien: abra la ventana, vaya a refrescarse durante el turno, quien silbe y quien encienda la luz muy temprano”; definitivamente, estas condiciones no distaban mucho de las condiciones de esclavitud, que tristemente aún persisten en algunas economías (¿o en todas ellas?)

Todas aquellas manifestaciones tuvieron eco en muchas partes del mundo, y mujeres trabajadoras unieron sus voces y fuerzas para exigir condiciones más dignas y justas, la industria textil fue protagonista también, ya que fue de las primeras industrias en permitir la entrada de la mujer al trabajo, y como toda lucha, nuestra incorporación no fue fácil, en el mismo documento brasilero, mencionan que en 1917 se creó la primera legislación del trabajo femenino, donde se fijó en 12 años la edad mínima para trabajar y prohibía la jornada nocturna para mujeres y menores de 15 años. Muchos de los “Patrones” de estas textileras, justificaban el trabajo femenino de la siguiente manera: “Las mujeres no fuman, ni se levantan cada 5 minutos como los niños y los muchachos, son más dóciles, más pacientes, más dedicadas, no las dominan las preocupaciones financieras, no tienen aspiraciones y son muy modestas con ellas mismas”.

Luego de leer esta “justificación”, reflexiono y creo que aún en nuestros días seguimos reflejando ese rol impuesto, esa marca, ese “diferencial” frente a nuestros pares masculinos - Si has trabajado o conocido operarias de fábricas, sabrás identificar más fácilmente esta situación-  ¡Claro!, no quiere decir que las mujeres ahora no fumen, o que no se levanten de sus sillas, pero si existe cierto velo que no nos hemos quitado, o no nos lo han permitido, somos más dóciles (¿algo pasará con el NO?, no lo hago, no lo puedo hacer, esa no es mi función?), no son dominadas por las preocupaciones financieras  (no se la pasan pidiendo aumentos, ¿se les puede pagar menos??), no tienen aspiraciones (¿o tal vez no exigimos lo suficiente?), y la más reveladora de todas: Son muy modestas con ellas misma: si alguien habla de modestia es porque percibe un talento, una ejecución brillante de la tarea, pero al mismo tiempo reconoce que la persona que la ejecuta siente que no sabe lo extraordinaria que es, es como si no nos la creyéramos!..

Y por supuesto, hay de por medio un agravante que tampoco ha sido superado hoy por hoy, no sé si hable por todas, pero apostaría a que la gran mayoría de nosotras hemos pasado por alguna situación de acoso, alguna “broma”, “chistecito-“inocente””, comentario, miradas, etc. Que tenga relación con tu aspecto físico, que de ninguna forma está conectado al contexto laboral –salvo si eres modelo (…)- y están las situaciones más graves e injuriosas como las violaciones o el chantaje sexual. En 1903 en Rio de Janeiro, las tejedoras organizaron una huelga generalizada en solidaridad a una compañera despedida luego  de regresar de su maternidad, por el mismo jefe que la embarazara. Y ejemplos como estos es lo que hay en las altas oficinas de gobierno, instituciones públicas, privadas, grandes, medianas, la tienda de la esquina…

Esta ha sido sin duda la mayor lucha solidaria de las mujeres en todo el mundo, demostrando una vez más que la unidad hace la fuerza, es cierto, nuestra sociedad ha sido y es dominada por hombres, los cuáles ocupan los cargos empresariales más importantes y de gobierno. Actualmente pocas mujeres llegan a tales cargos, es un sistema que ha sido diseñado por y para hombres, pero estamos en ese proceso, en esa búsqueda de igualdad de oportunidades, creo que acostumbro a encerrar las entradas con esta misma

frase de estamos en proceso, lo que evidencia que  la lucha sigue, esta lucha que tuvo sus
Emma Watson, discurso ONU
comienzos desde hace muchos siglos (desde la cultura griega y en todas las civilizaciones de la antigüedad, claro, recordemos que la historia que conocemos ha sido sesgada por quienes la escriben, que  en su gran mayoría, han sido hombres), que tuvo su auge durante el periodo de las guerras, el levantamiento social-trabajador, las huelguistas, las 146 rosas quemadas, que continúa con las figuras públicas que reclaman y amplifican el mensaje, las políticas que ayudan a construir leyes más justas, mi madre y todas las madres que han demostrado la fortaleza que tenemos las mujeres, y tu que exiges un salario digno, que sabes decir NO cuando te imponen más obligaciones, que te solidarizas con tus colegas embarazadas, este no es un mes solo para dar flores, es un mes para reflexionar acerca de nuestras condiciones y de actuar de manera que las favorezca, y un mes de memoria histórica, porque esas muertes, aquellas marchas, ese aguante tan verraco de las mujeres de ese pasado, no pueden ser en vano, y su legado no puede quedarse restringido a las leyes, sino también en nuestra cotidianidad, en nuestra solidaridad, en nuestra SORORIDAD[2].


Para terminar algunos versos que rezaban las huelguistas durante las marchas, este poema fue escrito por James Oppenheim en 1911, un hombre activista, que reconoció la causa de las mujeres también como suya, porque la equidad de género no es solo cuestión de mujeres:

 "Queremos Pan, pero también queremos flores":

Mientras vamos marchando, marchando, a través del hermoso día/ un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías / son tocados por un radiante sol que asoma repentinamente / ya que el pueblo nos oye cantar: -¡Pan y rosas! -¡Pan y rosas!
Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres / ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos otra vez maternalmente / Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte, / los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡dennos pan, pero también dennos rosas!
Mientras vamos marchando, marchando, gran cantidad de mujeres muertas / van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan; / sus espíritus fatigados no conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza / -¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!
A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores. / El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad. / Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose / -¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte;/ los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡pan y rosas, pan y rosas![3]






[1] CONSELHO ESTADUAL DACONDIÇÃO FEMININA. Centro de memória sindical. Dia Internacional da Mulher, uma data, muitas histórias. 1993. Rio de Janeiro. Brasil.
[2] Hermandad, actuar y apoyarnos conjuntamente. http://rosacandel.es/diccionario/
[3] http://www.pyr.org.ar/Por-que-Pan-y-Rosas